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El látigo de Franziska Von Karma azotó el suelo con fuerza generando chillidos en el inspector Gumshoe y en otros policías del lugar, seguro recordando malas experiencias con la fiscal prodigio hija del gran y temido Manfred Von Karma. La sonrisa de superioridad que adornaba su rostro percibiendo ese miedo disfrazado de respeto que obtenía cada vez que lo hacía le llenaba el pecho de orgullo.
Frente a ella se encontraba con una mueca de disgusto y algo de miedo el abogado Phoenix Wright que venía a sacarle información al cutre inspector a cargo de su caso y a su lado, la jovial Maya Fey, riéndose de la postura a la defensiva del abogado y sin temerle a ella.
A pesar de haberla amenazado antes con su látigo. Aunque, conociéndola como lo hace, Maya Fey es una joven que ha pasado por muchas cosas y que formaron su carácter.
— Lo siento, no puedo hablar sobre el caso. — Se lamentó Gumshoe dando un salto hacia atrás para nada masculino.
— ¿Lo sientes? — Gruñó Franziska lanzando un latigazo en dirección al inspector. — No deberías decirle nada del caso a este abogado, ¡Estúpido inspector cutre!
Dos azotes más contra el suelo, más chillidos de parte del inspector, Phoenix retrocedió e internamente se lamentaba por no poder hacerle frente a la mujer, en cambio Maya no parecía intimidada en lo más mínimo, ni siquiera había retrocedido por lo amenazante que es Franziska Von Karma a los ojos de todos en la jefatura.
— Tonto.
La médium mantiene una sonrisa y deja que el sonido de su risa se escape de sus labios, llamando la atención de la fiscal.
— Je
Franziska voltea a verla frunciendo el ceño. Maya le devuelve la mirada manteniendo su sonrisa.
— Se te ve animada Franziska.
— Siempre cumplo con mi trabajo, soy una profesional.
La risueña muchacha asintió ante la respuesta de la fiscal y fue arrastrada lejos de ahí por el Abogado Phoenix Wright quien rogaba que ella no fuera alcanzada por el látigo de Franziska. Maya no conocía el miedo, o no tenía la más mínima idea de lo letal que podía ser la fiscal.
— Vamos Maya, no tientes a la muerte.
Maya mantuvo el buen ánimo, siendo arrastrada por Nick fuera de la jefatura de policías muy lejos del alcance de Franziska, justo antes de salir por completo logró verla por última vez, chasqueando la lengua y desviando su mirada de ella hacia el inspector y comenzar a regañarle por su desempeño.
Una vez fuera, Nick suspiró aliviado de no ser una víctima más de la fiscal hasta que Maya murmuró lo suficientemente alto como para hacer que él se quedara sin aire de la impresión.
— La fiscal Franziska es linda — Canturreo soñadora la médium.
Nick le miró espantado, para su definición de linda, no lo usaría con alguien como Franziska, y se le cruzó pensar que Maya había comido demasiadas hamburguesas y que eso estaba dañando su percepción de la realidad.
— No más hamburguesas para ti.
— ¿EH? ¿Pero por qué? — Le gritó Maya alterada.
— ¡Te afecta la cabeza!
— ¡No tienes derecho, Nick!
El abogado se dio media vuelta imaginando que demonios había visto de “lindo” Maya en Franziska Von Karma, mientras la médium seguía detrás de él quejándose sin resultado alguno.